INICIO > LOS SAQUEOS EN LA ARGENTINA DEL AÑO 2013

Antes que nada y aclarando las cosas de antemano para que no se me considere un racista o bien xenófobo, menos aún un misántropo, quiero aclarar que comparto totalmente la igualdad entre todas las razas y procedencias humanas, prescindiendo de su color, raza, o lo que fuera. Todos los hombres, como también los demás órdenes jerárquicos de la Naturaleza según su desarrollo evolutivo ya sean éstos animales y vegetales, pienso que son dignos de respeto, admiración y consideración por iguales.

Hablaré entonces de los saqueos en mi país, Argentina, que es donde resido y comprendo.

Para entenderlos, remitiré nuestra mira al origen mismo del tema; es decir, a la formación del autóctono argentino actual.

Éste ha surgido del mestizaje de la época colonial, hace ya más y más de cien años. La invasión europea nos ha dejado la marca de su siniestro, de esa anarquía y violación de los derechos humanos del indígena que poblaba el territorio, hoy Nación.

La misma palabra, si se me permite, de "coger", acuñada por los invasores españoles que para ellos significa "agarrar" ha sido implementada de manera similar aquí, nefastamente, como sinonimia de "violación". Acto de agarre y sumisión a la indígena creando el mestizage hablado.

De esta manera, coayudada la cosa con la barbarie de los asesinatos de las expedidiones de Roca, obviamente el autóctono habitante del terruño ha odiado al europeo y rico terrateniente y, hasta tal punto, que guarda esto en su insociente filogenético como el mejor de los arquetipos junianos que lo justificarían.

Así las cosas, éste, el habitante autóctono de la Nación, odia al europeo sin darse cuenta. Basta observar lo marginado que se encuentra en nuestra sociedad: no aparece en los baluartes intelectuales, muy poco y nada recibiéndose en las universidades, casi siempre desempeñando trabajos serviles, etc. Es una gran pena lo que se está haciendo con esta gente y me da mucha pena y fastidio también.

Esta gran marginación pulula en un alto porcentaje de nuestra ciudadanía. Son los que yo llamaría "malones de Roca" y que está al vigilio latente de agresión y oportunismo. Ellos son los que han producido este movimiento social, que muchos los han interpretado equivocadamente y hasta intencionadamente hacia el agua de su propio molino.

Habría que sumarle un segundo factor a esto, tan importante como el primero. Me refiero al "enajenamiento marxista"; o mejor dicho, a la consecuencia de ello.

Ya Marx notó esto al hablar de la plusvalía y, que acuñando el término hegeliano de "extrañamiento" observó un desdoblamiento de la personalidad del obrero al no poder consumir lo que él mismo producía. Lo llamó "enajenamiento".

Por ejemplo en la ciudad turística de Mar del Plata, las tres cuartas partes de sus habitantes son marginados y viven en su periferia. Por supuesto que no se encuentran donde muestran los programas televisivos; ésa no es la ciudad. Y esto trae aparejado que viven en una ciudad de hermosas playas que no pueden llegar a disfrutar con sus familias; es decir, que se encuentra enajenados y fastidiosos con ello.

Esta última consideración sumada a la primera ha creado una holla de cultivo candente que solamente puede contener el poder de policía. Sólo unos pocos osados que superan este control son los artífices de lo que llaman "inseguridad social", característico de estos años.

Bastará entonces, como ha ocurrido, que este poder de policía no exista como para que el "malón enajenado de Roca" aparezca tal cual como quien haya corrido un velo; es decir, tal cual la cortina del teatro mostrando la verdadera escena.

Y lo peor de todo esto resultará de analizar su estudio, de ver que en el fondo el fruto del mestizaje no ha dejado sino un posible odio inconsciente en cada actor, en cada persona mestiza que vive y comparte nuestras vidas como digno vecino.


Eugenio
11/12/13, Mar del Plata, Argentina